domingo, 8 de diciembre de 2013

Al Cabohne


¿Siempre tuvisteis ganas de jugar al Bonhanza pero os ha sido imposible porque solamente sois dos o, incluso, un solo jugador? Ahora ya podéis disfrutar de Al Cabohne; juego de cartas que, tal y como lo describe la web oficial de la BGG, es una variante del Bonhanza para uno o dos jugadores. La principal diferencia de Al Cabohne respecto a su hermano mayor radica en que omite la fase de negociación y, a cambio, introduce unas cartas que representan a la mafia (simulan ser un jugador ficticio) contra las que tendremos que competir, tanto si jugamos en solitario como en pareja. 

 
Ficha:

Nº Jugadores: 1-2

Idioma: Alemán

Duración: 40-60 min.

En primer lugar, os hablaremos de sus componentes. El juego se presenta en una caja muy reducida y se compone únicamente de 120 cartas (116 cartas de judías, 3 cartas de mafia, y 1 carta de campo), no hay más. Las cartas tienen un tamaño de 56x87 mm. y aunque son, quizás, algo delgadas presentan una calidad más que aceptable en relación a su precio. No debemos de olvidar que es un juego que en el mercado a fecha actual está por debajo de 10 €. 


Componentes Al Cabohne
 
En segundo lugar, comentaremos la mecánica del mismo, pero no sin antes hacer una pequeña mención a cuál es la temática y objetivo del juego. En Al Cabohne, tenéis que recolectar judías en campos de cultivo para obtener la mayor cantidad de oro posible con la venta de vuestras cosechas. Además, la temática de las cartas tienen una pequeña pincelada cómica, puesto existen distintos tipos de judías, concretamente siete, que reciben nombres tan peculiares como la Judía Apestosa, la Judía Colorada… Cada carta de judía indica en su parte superior derecha o izquierda el número de judías de ese mismo tipo existente en el juego. Y, en su parte inferior, cada carta indica el “judiometro”; es decir, la relación de judías a vender para obtener 1, 2, 3 o 4 monedas de oro. Las judías se plantan solamente por tipos; en otras palabras, únicamente se pueden plantar en un mismo campo aquellas judías que son iguales (tienen el mismo nombre), por ello se recomienda barajar bien el mazo.

Ahora sí, ¿estáis listos? Empezamos a jugar… Colocamos en el centro de la mesa a los jefes “Al Cabohne” y “Don Corlebohne”. A continuación, se reparten cinco cartas a cada jugador quien debe respetar obligatoriamente el orden en que han recibido las mismas y el resto de cartas se colocan también en el centro de la mesa con la cara de la moneda boca arriba, formando el mazo de robo. Posteriormente, los jefes de la mafia deben de recibir judías, por lo que se roba una carta del mazo de robo y se coloca en el campo de “Al Cabohne”. Se vuelve a robar otra carta y si es el mismo tipo de judía que la plantada anteriormente, se entrega también a “Al Cabohne”; sin embargo, si dicha carta es diferente, se coloca en el campo de “Don Corlebohne”. Cada jugador empieza con dos campos de judías, pudiendo adquirir un tercer campo pagando cuatro monedas. Se decide el jugador que comenzará la partida y empieza su turno. En el primer turno, el jugador inicial empezará en la FASE 3 (ver más adelante). Cada turno consta de 6 fases:


- FASE 1: USAR JUDIAS SOBRANTES DEL TURNO ANTERIOR. El jugador puede usar las judías o judía que su oponente reveló en la FASE 4, pero que no usó en la FASE 5. Así, el jugador puede usar dichas judías para recolectarlas en cualquiera de sus campos o bien descartarlas. 


- FASE 2: DAR JUDIAS A LA MAFIA. El jugador comprueba si la mafia está recolectando el mismo tipo de judía o judías que él y si es así, debe de darle una carta de cada tipo que coincidan de su campo y colocarlo en el campo de la mafia. El jugador puede evitar dicha acción, vendiendo sus campos antes de esta fase.


- FASE 3: PLANTAR JUDÍAS DE LA MANO. El jugador debe plantar obligatoriamente la primera carta de su mano en uno de sus campos, comenzando o continuando la recolección en uno de sus campos. Después, puede plantar voluntariamente la segunda carta de su mano. Si las cartas son de diferentes tipos, tienen que plantarse en campos distintos; mientras que si son iguales se plantan en el mismo campo. Puede ocurrir, que los campos estén ya plantados y la carta no coincida con la de los campos. En este caso, el jugador debe vender uno de sus campos para poder plantar. Para vender, el campo debe de tener al menos dos cartas del mismo tipo o si dos o tres campos tienen una única carta se decide descartar una de estas cartas en la pila de descartes. 


- FASE 4: REVELAR JUDIAS DEL MAZO DE ROBO. Se roban cartas del mazo de robo, una a una y el jugador debe de responder para cada carta estas dos preguntas:

1.¿Está la mafia coleccionando este tipo de judía? Si es así, se planta en su campo, tras responder también a la segunda pregunta. Si no es así, se coloca en el centro de la mesa, la zona común a los dos jugadores.

2.¿La carta superior de la pila de descartes coincide con la carta robada? Si es así, se cogen las cartas de la pila de descartes que coinciden con la robada, hasta que la pila de descartes muestre una carta que no coincida con la robada.  Si estas cartas son coleccionadas por la mafia, se entregan a ésta.

Este proceso se repite hasta que en la zona común de los jugadores haya tres cartas que no coleccione la mafia. 


- FASE 5: CULTIVAR JUDIAS. El jugador puede cultivar las judías robadas pudiendo plantar todas las cartas robadas o elegir sólo las que les interesen. Además, cualquiera de estas cartas se pueden entregar a la mafia si ésta no tienen judías en sus campos y también el jugador en esta fase puede dar cartas voluntariamente a la mafia desde su mano (no desde su campo) siempre que coincidan con las que la mafia tiene plantadas. Ni el jugador ni la mafia puede plantar en sus campos dos tipos de judías iguales. El resto de cartas que al jugador no le interesen y sobren, las deja en este espacio sin descartar, pudiendo utilizarlas su oponente en su FASE 1.  Al final de esta fase, siempre hay que comprobar que todos los miembros de la mafia tengan judías plantadas. En caso contrario, el jugador entregará obligatoriamente una carta al campo de la mafia que esté vacío, salvo que el jugador no tenga cartas en su mano, no haya cartas en la zona común (cartas robadas) o las cartas coincidan con las que otro miembro de la mafia ya tiene plantada, en este caso el campo del miembro de la mafia se queda sin plantar en este turno. 


- FASE 6: ROBAR NUEVAS JUDIAS. El jugador roba del mazo dos cartas y, por orden, se colocan al final de su mano. 


FIN DE JUEGO: si el mazo de robo se termina por tercera vez durante la FASE 4, LA FASE 5, se juega en ese turno antes de que el juego acabe. Si el mazo de robo se termina por tercera vez durante la FASE 6, el juego acaba inmediatamente. Ambos jugadores pueden ahora vender sus campos de judías. Las cartas de la mano de los jugadores se colocan en la pila de descartes. La Mafia también vende sus campos. 
Se cuentan las monedas de los jugadores y la Mafia. Gana el que tenga más monedas (jugador o Mafia).

Ejemplo de partida en curso: Esquina inferior izquierda, campos y monedas del jugador 1. Esquina inferior derecha, campos y monedas del jugador 2. Centro, cartas robadas (fase 4). Esquina superior izquierda, mazo de robo y descarte, respectivamente. Centro superior, campos y monedas de la mafia.



NOTAS:

  • Los jugadores pueden vender judías en cualquier fase, menos en la FASE 4.
  • Cuando un jugador vende algún campo, todas las judías del campo tienen que venderse.
  • Vendiendo las judías: El jugador cuenta el número de judías del campo. El judiómetro de las cartas muestra cuántas monedas se obtienen por este número de judías. El jugador transforma el número apropiado de cartas de judía en monedas y las almacena en su pila de dinero delante de su zona de juego. Las judías no convertidas en monedas se colocan en la pila de descartes, con la cara de judía hacia arriba.
  • Los jugadores pueden normalmente decidir libremente la venta de un campo. Los jefes de la Mafia venden sus campos cuando pueden ser vendidos por un determinado valor. “Al Cabohne” vende su campo en cuanto vale 3 monedas. “Don Corlebohne” vende su campo en cuanto vale 2 monedas. Las monedas de la Mafia se colocan en una pila entre los dos jefes de la Mafia.
  • El tercer campo, solo puede ser comprado por cada jugador una vez por partida.
  • En la versión en solitario, se añade un tercer miembro de la mafia y el jugador parte desde el inicio de la partida con tres campos para plantar, se omite la FASE 1 y en la FASE 4 si se añaden cartas del mazo de descartes, el jugador está obligado a plantar en la FASE 5 todas las cartas robadas del mazo de descartes en alguno de su campo.



VALORACIÓN:


  • Complejidad: Baja. Aunque seguramente al principio con tanta fase en el turno puede crear confusión, una vez que el jugador asume la mecánica, relee las instrucciones y la pone en práctica, es un juego sencillo de entender y jugar.
  • Diversión: Alta. Es un juego que brilla tanto en su versión en solitario como en pareja por ser altamente divertido, con una duración adecuada, en la que los jugadores van disfrutando de sus acciones a medida que van realizando combos con sus cartas para poder ejecutar la acción que mejor se adecue a sus necesidades.
  • Azar: Medio. Obviamente es un juego en el que no controlas las cartas que van a ir apareciendo durante la partida, puesto que van a ir apareciendo poco a poco del mazo de robo.
  • Estrategia: Media. A pesar de su azar, éste se compensa con la estrategia de cada jugador, ya que este si va a conocer en todo momento su mano y va a poder ir conociendo durante la partida parte de los intereses de la mafia y su oponente. De esta forma el jugador va a poder tratar de anticiparse a ciertas situaciones tomando determinadas decisiones.
  • Dependencia del Idioma: Nula. El juego únicamente está editado en alemán, pero las cartas no contienen texto, son totalmente intuitivas y la única dependencia del idioma es para leer el manual de instrucciones. Sin embargo, en la Internet podemos encontrar las instrucciones transcritas al castellano y una vez en nuestro poder, la dependencia del idioma pasa a ser nula.
  • ¿Lo Recomendamos? Rotundamente sí. Pensamos que es un indispensable en una ludoteca para áquellos que solo pueden jugar en pareja o en solitario, ya que nos ha gustado bastante su jugabilidad y tiene un precio en el mercado que merece la pena asumir.

  • Opinión de Br0k3r: Personalmente es un juego en el que disfruto bastante tanto jugándolo en solitario, como en pareja. En solitario aporta sensaciones muy buenas durante la partida, pues como tienes que ir compitiendo con la mafia no decae su jugabilidad durante ninguna fase de la partida y la mecánica del juego no se hace monótona, manteniendo un grado correcto de tensión en el juego. Además, jugando en pareja es igual de gratificante y divertido, pues compite con tu oponente y la mafia. Difiere muy poco su mecánica con respecto al solitario. 
  • Opinión de Campanilla: Es un juego de cartas muy original, diferente a lo que estamos acostumbrados a encontrar para dos jugadores. Se puede jugar tanto a nivel individual como en pareja, siendo igual de interesante en ambas modalidades. En mi opinión, es un juego muy entretenido y adictivo que, aunque al principio puede parecer confusa la mecánica, una vez puesta en práctica es sencillo de jugar.
 


 

miércoles, 4 de diciembre de 2013